EUROPA
PRESS
17 noviembre
2019
Los
15 principales beneficios del sexo para la salud
Según la OMS, la sexualidad es un
aspecto central del ser humano. Abarca el sexo, los papeles de género, el
erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción, y la orientación sexual.
Así, el sexo es importante. Es una dimensión del ser humano relevante. ¿Sabes
todo lo que te puede aportar una vida sexual satisfactoria para una mejor
salud?
La psicóloga y sexóloga Laura Morán defiende en 'Orgas(mitos)', de Next Door Publishers,
que "el sexo, individual o compartido, es fuente de bienestar físico y
psicológico" y sostiene que, entre otros beneficios, la actividad sexual
tiene efectos positivos para nuestra piel, el pelo, la musculatura, el sistema
inmune, o el suelo pélvico.
Por ejemplo, dice que el sudor generado durante la actividad
sexual facilita la limpieza de los poros, mejorando el aspecto, ya que reduce
la aparición del acné, de las espinillas
o de la dermatitis, y los estrógenos que liberamos mientras tenemos relaciones
sexuales aumentan el brillo y la suavidad de nuestro pelo.
Eso sí, la sexóloga recalca que las ventajas no son solo
externas, ya que cuando el sexo es satisfactorio, "es además
analgésico", es decir, que reduce la percepción del dolor porque hace que
nuestro cerebro libere más oxitocina, y en consecuencia más endorfinas.
"En este sentido, si experimentas dolor de cabeza o molestias
premenstruales, tener uno o varios orgasmos se puede convertir, más en una
solución que en un problema", afirma.
Igualmente, Morán destaca en este libro que el sexo mejora
la higiene bucal porque los besos ayudan a la saliva a limpiar los dientes, y a
disminuir la cantidad de ácido que causa el debilitamiento del esmalte.
Incluso el sexo podría servirnos de excusa para no ir al
gimnasio, según resalta esta experta porque "el sexo vigoroso facilita una
buena forma física". En concreto, explica que durante la actividad sexual
se ejercita la musculatura, se movilizan las articulaciones, lo que mejora la
flexibilidad y aumenta el gasto calórico.
"Y no sólo eso, además se fortalecen los huesos y la
musculatura. Tanto sentir deseo sexual como la actividad misma van unidos a la
producción de testosterona. Esto hace que los huesos y músculos se
fortalezcan", subraya Laura Morán.
Defiende también que si tenemos problemas para dormir, el
sexo favorece el sueño y reduce el insomnio porque la oxitocina liberada
durante el orgasmo actúa como inductora del sueño. "Tras el clímax, el
cuerpo se relaja y el sistema nervioso tiende al descanso", indica.
A su vez, practicar sexo señala que incrementa la capacidad
de olfato. "El motivo es que la liberación de prolactina podría estimular
el desarrollo de nuevas neuronas en el bulbo olfatorio.
La salud vascular también mejora, como otra ventaja a
mencionar, y Morán indica que se ha verificado que practicar sexo dos o más
veces a la semana reduce el riesgo de ataque al corazón en la mitad de los
hombres estudiados, en comparación con aquellos que tuvieron relación sexual al
menos una vez al mes. "El estudio habla de hombres, pero yo no descartaría
formar parte de la versión femenina del estudio", puntualiza Morán.
También reduce la hipertensión arterial. "Se ha
comprobado que la práctica frecuente se asocia con una menor presión arterial.
Esto es debido a que las relaciones sexuales reducen el estrés y la ansiedad,
por lo que las cifras de tensión arterial se normalizan", agrega.
La sexóloga apunta asimismo que el sexo mejora el sistema
inmune, y se ha relacionado el tener sexo una o dos veces a la semana con el
incremento de los niveles del anticuerpo inmunoglobulina A, que nos protege de
resfriados o gripe por ejemplo, hasta en un 30%. "Parece que la frecuencia
clave es de dos a tres días por semana, algo así como un día sí y uno no",
aprecia Morán.
Otro de los beneficios del sexo, en este caso para la mujer,
es que previene de la atrofia vaginal en las mujeres postmenopáusicas.
"Cuando entramos en esta fase la producción de algunas hormonas que
mantenían nuestra vagina a punto se reduce y la mucosa vaginal lo acaba
acusando. De ahí que cuando se habla de 'coito doloroso' se mencionara ésta
como una de las posibles causas. Sin embargo, además del uso de lubricantes e
hidratantes vaginales, la liberación de estrógenos cuando se tienen relaciones
contribuye a proteger el tejido vaginal", agrega la sexóloga.
Las investigaciones también indican que las relaciones
sexuales satisfactorias reducen el riesgo de cáncer de próstata, ya que
vaciarla periódicamente al eyacular permite eliminar los productos de
degradación potencialmente cancerígenos de los espermatozoides y el semen.
"Es igualmente beneficioso para la vagina y el suelo pélvico experimentar
el placer sexual con frecuencia ya que la liberación de estrógenos ralentiza el
natural deterioro del tejido vaginal y las contracciones involuntarias del
orgasmo mejoran el tono muscular del suelo pélvico.
Beneficios a nivel
psicológico y para la pareja
En última instancia, la sexóloga resalta que el sexo también
tiene beneficios no sólo a nivel corporal sino también a nivel psicológico y
relacional (para la pareja). Con ello, plantea que el autoerotismo favorece el
autoconocimiento, y quien lo practica aprende mucho sobre su cuerpo, sus
reacciones, sus estímulos sexuales lo que le gusta y lo que no. "Toda esta
información puede ayudar a que la sexualidad compartida sea mucho más
placentera", sostiene.
Otra ventaja del sexo es que incrementa la autoestima porque
la sensación de placer, aceptación y reconocimiento de tu propio cuerpo mejoran
el autoconcepto, ya estés disfrutan a solas o en compañía. "según dicen
los estudios, también mejora el estado de ánimo. La liberación de endorfinas,
que funcionan como opiáceos internos, generan sensaciones de placer y de
bienestar tan positivos que nos hacen candidatos a protagonizar un anuncio de
colchones o cereales ricos en fibra de todo el buen rollo que irradiamos",
celebra Morán.
Para rematar, la sexóloga resalta que los orgasmos reducen
el estrés porque inhiben las respuestas de la ansiedad. "La sexualidad compartida
favorece el vínculo de la pareja porque las caricias, el contacto físico
estimulan la liberación de oxitocina, que reduce el estrés y aumenta la
sociabilidad. Todo ello contribuye a la unión afectiva de la pareja.